Erasmus: Movilidad a la ciudad de Domodossola(Italia)

Martes, 27 Septiembre, 2022

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Primer día: L’italiano è molto similare allo spagnolo

Después de un espectacular recibimiento por parte de las familias y de los compañeros docentes del centro, hoy tocaba primer contacto serio con la ciudad de Domodossola.

Como ayer hubo elecciones generales en Italia y el liceo “Spezia” funcionó como colegio electoral, hoy no ha habido clase y hemos pasado juntos el día, nuestros estudiantes y sus correspondientes italianos, conociendo la ciudad que nos acoge.

El día ha empezado soleado y con cierto individuo clamando “I want my rain back” y “Make Domodossola wet again”. No ha tenido suerte. El resto de la expedición sí, pudiendo disfrutar de un agradabilísimo paseo descubriendo:

- TORREÓN: Aquí hay un torreón (como en Alcázar), que formaba parte de una importante fortificación de la que queda muy poco (como en Alcázar) aunque aún se puede ver algún resto de la antigua muralla (como en Alcázar).

- PUERTA DE ENTRADA A LA CIUDAD Y ANTIGUO AYUNTAMIENTO que ya no existen (como en Alcázar), aunque aquí los destruyó Napoleón (y no como en Alcázar).

- PLAZA DEL MERCADO, centro social de la ciudad y plagada de cafeterías y terracitas (como en Alcázar). NO están de obras en la misma plaza (a diferencia de Alcázar), pero sí en un edificio histórico en la Via Briona que da acceso al centro histórico.

- IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO: que fueron desamortizados (como en Alcázar), pero aquí la iglesia es ahora un museo.

En el centro de la ciudad las fachadas de las casas son una invitación a venirse a vivir aquí: incluso las más descuidadas resultan bonitas. Cosas que tiene Italia. Como, además, las calles son estrechitas y el tráfico está muy limitado, se puede disfrutar de manera relajada y dejar que la mirada se pose con calma en mil detalles.

El profesor Paolo Negri, que ha ejercido de excepcional guía contándonos un montón de cosas interesantes sobre Domodossola (como lo que se puede leer más arriba) nos ha descubierto las “casas-torre”  de las principales familias de la localidad así como algunas curiosas plazoletas, callejas y antiguas casonas. Y bien nos valía estar atentos, porque la actividad cumbre de la mañana era una “Búsqueda del Tesoro” por equipos, que ha resultado en una encarnizada lucha que por poco no ha roto amistades. Para relajar la tensión competitiva, comida en alegre francachela en “La Pida de Pier”, disfrutando de la auténtica “piada de Rímini” al pie de los Alpes.

Después, encuentro en el liceo “Giorgio Spezia” para las presentaciones de nuestros respectivos centros. El detalle emotivo (aquí, aplauso para nuestro anfitriones) ha venido con la plantación en los jardines del centro de dos retoños de árboles de la zona (oportunamente bautizados como “Miguel” y “Giorgio”) como símbolo de amistad entre nuestros centros y de confianza en el futuro de Europa. Al piscolabis ofrecido como excusa para la confraternización le ha seguido un animado concierto de pop-rock a cargo de una banda de chavales de nuestro instituto hermano a la que se ha unido Antonio Villajos como cantante invitado con gran éxito de crítica y público.

Intensa jornada (por no decir agotadora) que se ha saldado con un balance muy positivo y expectativas de seguir mejorando en la experiencia el resto de jornadas.

 

Nota bene: el idioma oficial de la actividad es el inglés y como tal es el que priorizamos a la hora de comunicarnos. Pero la curiosa variedad de niveles en el manejo de este idioma y circunstancias varias entre el sector profesorado nos lleva curiosas situaciones en las que la conversación navega entre el inglés, el castellano, el italiano, lo que algunos italianos creen que es castellano y lo que algún español con barba se cree que es italiano. Todo ello con fluidez y armonía, aunque en este momento el que suscribe no tenga claro si hemos sido invitados mañana a las siete a una soirée informal en la Plaza del Mercado o nos han  solicitado un aval para una hipoteca.

“Veremos”, que dijo el ciego.

 

Segundo día: El chacachá del tren.

Somos de Alcázar, señores: no lo podemos negar.

Aun así, hemos esperado al martes para realizar este acto de afirmación ferroviaria. A primera hora de la mañana y con sol radiante contra el pronóstico ofrecido por las webs especializadas, nos hemos subido en el Vigezzina Centovalli: un trenecito que nos ha subido hasta Druogno, donde nos esperaba Enrico Bonazzi. Enrico es poeta, cantautor, intérprete, hombre versátil y en esta ocasión profesor de Ciencias Naturales como biólogo de bota (que no de bata).

El paseo ha empezado por el lecho de un antiguo lago ahora seco para después empezar a trochar por la ladera buscando altura. Así, hemos ido viendo distintas coníferas (pino silvestre, alerces, abeto rojo y abeto blanco), aprendiendo las diferencias entre sus hojas y sus piñas. Más arriba, hayas, abedules y, sorprendentemente, algún roble que, a pesar de ser termófilo, ha encontrado su lugar en zonas con particular microclima. La experiencia botánica se ha completado con arándanos, enebros, rododendros, musgos y líquenes… De paso, algo de lingüística (la relación de cierto destilado con el enebro, en italiano “ginepro”); cultura gastronómica (la relación del enebro con la grappa); industrias locales desaparecidas (fabricación de carbón de leña); un poco de Geología; y, como no podía ser de otro modo dado el apellido de nuestro guía, algo de Matemáticas (que para eso están presenten en las piñas los números del hijo de Bonacci).

La ruta ha terminado en Santa Maria Maggiore, pueblín turístico con una curiosa herencia y donde hemos hecho la correspondiente parada de avituallamiento, que para eso era la hora de comer según los estándares europeos.

Santa Maria Maggiore, además de estar plagado de tiendecitas y restoranes y ser sede de un afamado mercadillo navideño en la región, fue el núcleo de una región que exportó al mundo (y durante muchísimos años) los conocidos como “spazzacamino”: el valle Vigezzo era tan pobre que muchas familias enviaban a sus hijos de apenas cinco o seis años a trabajar como deshollinadores, trabajo que podía llevarles a cualquier parte del mundo. Hasta la invención de herramientas adecuadas, esta labor requería introducirse en la chimenea para rascar el hollín acumulado en su interior, cosa que sólo podían hacer personas de pequeño tamaño. En el Museo dello Spazzacamino se muestran las penosas condiciones bajo las que vivían y trabajaban estos niños, además de las vestimentas y herramientas utilizadas (también cuando se hacían adultos y seguían en esa actividad fuera de la chimenea). Cada primer fin de semana de septiembre organizan el Raduno Internazionale dello Spazzacamino, en el que “deshollinadores” (o descendientes de deshollinadores) de todo el mundo se reúnen en esta curiosa celebración.

Tras una visita a la iglesia de Santa Maria Vergine Assunta que nos deja saturados de barroco contrarreformista por encima de nuestras posiblidades, cogemos el tren de vuelta en la estación de la localidad que nos devuelve, sanos y salvos, culturizados, sensibilizados y naturalizados, a Domodossola.

Mañana, más.

Vídeo: https://drive.google.com/file/d/17hcQwWxq2H384sl2mT5lnznw6Yfsx_-z/view?usp=sharing

Día 3 - Erasmus under the snow ⛄️ 

Hoy hemos disfrutado de una excelente visita a la Cascada del Toce, abierta exclusivamente por las autoridades locales para nosotros. La nieve ha sido nuestra compañera en las alturas. Después, nuestro paseo rural nos ha llevado a las pequeñas localidades de arquitectura Walser, visitando la Casa Forte Museo. Desde ahí, hemos paseado entre las blancas montañas hasta el refugio/ restaurante. Nuestra tarde ha terminado con un relajante baño en las piscinas termales de Premia. Vistas a la montaña y agua calentita, poco más se puede pedir. 

Dia 4 - Erasmus with boots make for walking. En estos 18 kms de andadura hemos podido disfrutar de lagos, montañas, queserías, comidas típicas, postres caseros, jardines glaciales e iglesias pintorescas. Paisajes sublimes para recordar.

Día 5 - Erasmus on the islands.

A pesar de la lluvia, hemos disfrutado de la ruta por las Islas Borromeas. Nuestro barquito velero nos ha ido transportando de la Bella a los Pescadores, para terminar en la Madre. Viva Europa, viva Erasmus

Día 6 - Erasmus non è un Calvario.

Para nuestro último día en la ciudad hemos podido disfrutar del mercado local, visitas guiadas al Palazzo Silva y Palazzo S. Francesco. Nuestra jornada ha tenido su parte de calvario ya que hemos tenido que hacer la penitencia correspondiente para ganarnos la suculenta comida. Todo esfuerzo tiene su recompensa: las vistas desde arriba no tienen precio. 

Gracias Domodossola